Han transcurrido 60 años desde aquel 25 de marzo 1952

Han transcurrido 60 años desde aquel 25 de marzo 1952:

Han transcurrido 60 años desde aquel 25 de marzo 1952, y ahora aún si no está presente físicamente lo está más porque opera desde su real dimensión. Aquellos que deben percibir esta su real presencia saben y conocen como ocurre esta manifestación más viva y operante que nunca. Saben, y conocen bien sus hijos, que la luz es su vehículo por donde transporta y da sus celestes regalos…

Las innumerables veces que me manifestaba y decía como se sentía rodeado por esta potente pero al mismo tiempo SUAVE energía. Exactamente lo llevaba hacia atrás en el tiempo, a ese mágico 25 marzo, y se preguntaba y me transmitía… SABES cuántas veces me han preguntado, pero POR QUÉ precisamente yo.» .!!? Como si fuera otro mirando al espejo le respondía «Tú eres el mejor de una camada de crías…» como si dos «yo» dentro de la misma ENVOLTURA DIALOGASEN entre sí… como si en un CORPUSCOLO de luz, fuera al interior, y viajara fuera del tiempo y del espacio… como si hubiera visto todo… porque me parece fundirme y veo el sol, como he visto todas aquellas casas, en el interior, todas aquellas otras cosas que componen la vida, de la parte mas pequeña a la mas grande… como si estuvieran los mismos CORPUSCULOS, hasta la parte infinitísima sub-ATÓMICA…

Eugenio no existe más. Eugenio está en su rosal, me ha personificado y ahora vuelve nuevamente. Me ha prestado su habitáculo, del cual  me he servido hasta hoy…» diálogos personales con Eugenio Siragusa Marzo 1987… Gracias Eugenio padre espiritual… para siempre con tí en eterno…

EL TESTIGO DEL ETERNO PRESENTE

FILIPPO

«LÁGRIMAS DE SOL»

En estos últimos tiempos he oído repetir con frecuencia que el mundo no es más lo que era hace cincuenta años, y que muchos acontecimientos de naturaleza distinta se manifiestan ante el camino de esta generación. En efecto, el mundo no es siempre el mismo ni lo ha sido nunca, desde que el mundo es mundo.

Lo que hoy nosotros pensamos, otros más antiguos de nosotros lo pensaron, y lo pensaron como aquellos que fueron en tiempos remotos. En realidad, esta gran pelota suspendida en el espacio, que nos contiene y nos nutre y que nosotros llamamos tierra, por su naturaleza cosmológica crece utilizando el metro del tiempo universal. Razón por la que nos parece incomprensible ese sutil cambio porque entendemos y reconocemos juzgando con nuestra naturaleza y con nuestro tiempo. Pero el mundo es el mundo, y éste no se uniforma a nuestros temporales deseos de hacer notar siempre lo mismo.

También a nosotros no nos gusta, aún si alguna vez así lo deseamos, de hacernos crecer la barba cuando aún no ha llegado el momento, o volver a ser niños cuando ya estamos viejos. El crecimiento en cada cosa aporta los cambios y esta es una ley atemporal y universal, para que nadie, desde el mineral al hombre y el mundo del universo, puede escapar a los efectos que para esta indiscutible razón se producen. En efecto, el mundo no siempre ha sido así como hoy parece a nuestros ojos, cuando, observando el mapamundi, comprobamos su cara y sus rasgos hechos de corteza terrestre y de mares.

Durante sus 600.953.000 años de vida, bien seis veces ha cambiado sus rasgos, y la séptima vez podría sorprender el fatídico año 2000, precisamente al cumplimiento del setecientosmillonesímo año. Pero mientras que para muchos el mundo ha estado siempre igual, así no fue en el remoto tiempo para las razas humanas que sin poder rendir cuenta de lo que sucedía, asistieron impotentes y aterrorizados a los efectos catastróficos que todavía debían, para la sexta vez, cambiar el rostro del mundo y llevar aún, una vez en un estado primitivo los pocos supervivientes destinados a perpetuar la vida humana sobre la tierra.

Pero mientras que para muchos el mundo ha estado siempre igual, así no fue en el remoto tiempo para las razas humanas que sin poder rendir cuenta de lo que sucedía, asistieron impotentes y aterrorizados a los efectos apocalípticos que todavía debían, por  sexta vez, cambiar el rostro del mundo y llevar aún, una vez más a un estado primitivo los pocos sobrevivientes destinados a perpetuar la vida humana sobre la tierra.

Ahora la actual generación humana está a las puertas del año 2000. La espera trágica de esta fecha se pierde en la atmósfera candente de la actual civilización y mientras esta generación se sumerge ciegamente y con todos sus defectos morales, en la orgía fatal de los logros materiales, la lágrima del sol, caminando por el espacio, producen en la mente de los «señalados» conocimiento, que aunque parecen extraños e inconcebibles para otros, no lo son para ellos y para aquellos que incluyen el altísimo valor esotérico. Eugenio Siragusa

Catania marzo 1952

Queridos amigos,

La gran obra es en el presente tiempo. Como ustedes, tantos otros están en el mismo camino para la misma obra.

Ese tiempo de gravedad, de hostilidades para el aura de esta esfera y es necesario estar preparados para que estas hostilidades no pasen a ser letales para el género humano. Yo soy el uno y el otro y son la misma cosa.

Y en verdad yo digo a ustedes, mis queridos amigos: nosotros estamos en esta esfera para operar arte celeste por virtud de las leyes que fueron, son y serán.

La gran luz universal está sobre su cielo, y con ella existe la conciencia planetaria y la inteligencia universal.

¡El todo en uno porque este es el principio del principio de todas las obras del Espíritu Creador.

Nosotros no estamos lejos ni nunca lo hemos estado en el tiempo de todos vuestros crecimentos, pero ahora sucede que cada cosa oculta no quede más como tal, porque el tiempo ha llegado. Arrepentíos quienes todavía están en la duda y haced que ellos se aproximen a los hermanos mayores que más saben porque porque más aman. Nosotros estamos en la gran espera humana ocurra según la ley que gobierna este crecimiento. Muchos velos se caerán y quedarán mudos aquellos que no se encontraban preparados ante las verdades universales. Conviene estar preparados a los acontecimientos celestiales.

RECOMEDAMOS: sois las primeras raíces del nuevo árbol de la conciencia planetaria.

Yo estoy en Sicilia, mi nombre es BAHRAT , pero para la Tierra yo soy Eugenio Siragusa. Toda persona tiene sed de conocimiento universal yo tengo un río de luz y de verdad que desde los siete cielos se devolverá en esta esfera.

Permaneced en fe y sed felices.

Sed bendecidos.

BAHRAT-EUGENIO

Catania marzo 1952

 

Eugenio 25 Marzo

 

Dedico a Eugenio, mi padre espiritual, este mi pensamiento, en recuerdo de este día agradeciéndole profundamente por haberme reavivado y crecido, en este tiempo, comprendo libre de condicionamientos que obscurecen el corazón y la mente, para así poder aceptar mejor las verdades eternas.

BELEN,HATON, SOLE, BAHRAT…

 

 

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