Segunda parte.
Por Filippo Bongiovanni
-El discurso revelador que ha llegado a nosotros a través de Eugenio Siragusa, es la Revelación Cósmica que permite al hombre, si se realiza, ascender hacia las VERDADES supremas, que como el mismo Padre Espiritual siempre ha dicho varias veces, hace al hombre libre pero realmente libre…
Ahora se siguen repetidamente en las redes sociales, en los sitios … más o menos en ciertos ambientes bien calificados, sus revelaciones, anticipaciones, que tocan de cerca todos los aspectos del hombre de este planeta … todo esto sucede en la gran mayoría de los casos solo para presumir…!
También desde estos sitios… se divulgan sus Cosas Celestiales, PARTICULARES, que deberían estar destinadas a una cierta calidad, pero que, siendo ofrecida a cualquiera, se intenta disminuir la PROFUNDA IMPORTANCIA que tiene..! Detrás de todo esto hay gente que tiene que responder… y que, si bien Eugenio -como hemos recordado reiteradamente – ha esperado su mejor realización para darla altruistamente, las contradicciones que crean ambigüedad son evidentes para empujar a los más atentos a pedir aclaraciones…
Eugenio encarnó una VOLUNTAD muy específica… eso no tiene nada que ver con «esos» que se anteponen COLGANDOSE DE SUS PALABRAS…. y/o exaltarlo y también volverlo humano, más o menos hasta el punto, como si necesitara – según ellos- que alguien descubriera ciertas metodologías «operativas»…!!
Lo grave es que Sus Cosas Celestiales, repetidamente, más allá del discurso que debe y/o debería ofrecerse como una toma de conciencia, son expuestas sólo para su propio propósito personal, mostrando que se está en posesión de tales cosas, en comparación con otras … ¡pero en su integridad de PERLAS no se han realizado!
En este momento histórico, donde el apocalipsis, el advenimiento en su plena realización del mensaje de Fátima, y el Retorno de Cristo, recordando que Jesús encarna estando ya en la tierra, este programa cósmico … ¡NO SE PUEDE DAR PERLAS A LOS CERDOS!
El testigo del Eterno Presente
Filippo Bongiovanni
-Así Eugenio:
No sois idóneos para poseer «las perlas».
Recordad: «no le deis perlas a los cerdos». Las masticarían y las escupirían en la cara del donante.
Ya lo habéis hecho con Jesucristo y sabemos que lo volveríais a hacer con más cinismo que en el pasado.
Todavía no sois capaces de soportar el peso de la Verdad Eterna, pero como el Espíritu de la Verdad está obrando en vuestro mundo, como se anunció, los que se hayan quitado la cera de los ojos y los oídos serán adornados con perlas a fin de que tengan conciencia de las revelaciones Divinas y Eternas del Creador y de la Creación.
Los artífices del nuevo mundo disfrutarán de la belleza inefable de las cosas ocultas a los profanos, a todos aquellos que prefieren la oscuridad a la luz, el mal al bien, el odio al amor.
Las perlas del Conocimiento Supremo serán los pilares de la gnosis y de la unión perfecta de lo humano con lo Divino, del verbo con la palabra, de lo relativo con lo absoluto. El triunfo de la vida sobre la muerte se hará así realidad.
Del cielo a la tierra
11 de marzo de 1980.
19:00 hs.
