«LOS PRIMEROS SERÁN LOS ÚLTIMOS Y LOS ÚLTIMOS SERÁN LOS PRIMEROS «

por Filippo Bongiovanni


(Tomado de los Evangelios)
Las enseñanzas de Jesús dicen claramente que a los que han recibido más serán más «exactos», recordando la parábola de los talentos…
Ningún misterio, por lo tanto, debe estar presente en el alma del espíritu de aquellos que están llamados a servir, aquello que se ha vuelto más grande que él.
Se engañan a sí mismos, si tienen el concepto, «solo háganlo saber a la gente», sin captar el alma de los que deben recibir, sin molestarse en ver si esto ha sucedido o no…

-Escribí hace años…

A colegas académicos y simpatizantes:
Queridas almas, sepan captar las señales y responder al llamado de sus nombres.
Manténganse  íntegros  e identifíquense con los valores psicofísicos espirituales que han recibido… sean su propia luz emanante y nunca reflejada. Siempre sepan captar las señales que surgen durante su vida, porque el Cielo podría llamarlos incluso por un solo momento y siempre deben estar listos para captarlo para hacer su voluntad. No busquen en otra parte lo que hay dentro de ustedes, porque son la luz de Su Amor Divino, dividida en muchas pequeñas partes, que componen Su micro-macro Ser. Preséntense ante Él, y ante ustedes mismos, con los frutos de su siembra, como signo de su trabajo fructífero. Sean un ejemplo para su propia vida y para la de los demás, y sepan que son observados como referencia y ejemplo a seguir. El momento más importante en la historia de la humanidad está dentro de este tiempo. Ustedes que han recibido las perlas del Conocimiento Divino, despierten para estar listos y presentes en la etapa final del Glorioso Retorno del Mesías.

El testigo del eterno presente
Filippo Bongiovanni
21 de abril de 2007


-Así que finalmente Eugenio… como siempre clarificando e iluminando… tocando principalmente estos tiempos… llenos de tribulación… y de falsa ilusión…

La gran ilusión.
«Me hubiera gustado que el mensaje que se me ha confiado permanezca claro y libre de histeria, celos, orgasmos apasionados, violencia psíquica e intereses blasfemos.
¡Quería ser un medio y no un fin! Muchos han confundido al mensajero con el mensaje, lo humano con lo divino, el tiempo con la eternidad, la vida con la muerte.
Hubiera anhelado la integridad de las almas ansiosas por ser animadas por la Luz de la Verdad para ser sal y levadura del nuevo Reino prometido; en cambio, he tenido que ser un espectador sufriente de instintos cerebrales y calculados por intereses personales, llenos de egoísmo y ambiciones posesivas blasfemas.
Así, el Amor, el Bien gigante de mi espíritu, se ha encerrado en mi corazón herido y triste. La gran ilusión ha apretado las alas de la verdad, obligando a mi alma a vagar en silencio y esperando, esperando ver el triunfo de los justos auroleados de la Luz Crística y la Verdad Liberadora».
Juan de la Cruz
Eugenio Siragusa
30, 08, 1980.


El testigo del eterno presente
Filippo Bongiovanni

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